Especies

Especies. Vicuña

Vicuña

Vicugna vicugna
Distribución: Las vicuñas se distribuyen actualmente en un área de 250.000 km2 en los ecosistemas punenio y altoandino de Perú, Bolivia, Argentina y Chile a más de 3200 metros sobre el nivel del mar. Existe también una población aislada de aproximadamente 2.000 individuos en Ecuador, originaria de donaciones provenientes de Perú, Chile y Bolivia.

Subespecies: Se han descrito dos subespecies geográficas: la del Sur Vicugna vicugna vicugna Molina, 1782 y la del Norte (aproximadamente hasta los S18°) V.v. mensalis (Thomas, 1917). Al igual que en el guanaco, la diferenciación entre las dos subespecies se basa principalmente en variación de tamaño y coloración del pelaje.

Historia del uso: La fibra de vicuña ha sido utilizada por los habitantes andinos desde los tiempos precolombinos, cuando la captura de vicuñas estaba severamente reglamentada. Durante el incanato existían en Perú gran número de vicuñas eficientemente manejadas por los Incas por el sistema de chaku o rodeo. Existía pena de muerte por la caza ilegal y el chaku se realizaba por orden real cada tres o cuatro años. La carne de las vicuñas sacrificadas se repartía entre los pobladores para hacer charqui y la fibra era destinada al Inca y a la nobleza A la llegada de los españoles existían aproximadamente 2 millones de vicuñas en Perú.

Luego de la conquista, la caza indiscriminada con armas de fuego provocó una disminución drástica de las poblaciones que al ser utilizadas como un recurso de acceso abierto fueron diezmadas y sus pieles exportadas a Europa en grandes cantidades. A mediados del siglo XX, la población mundial de vicuñas se calculaba en 10.000 animales. Esta situación fue revertida gracias a la firma de convenios internacionales e intensos esfuerzos nacionales y regionales de conservación.

En 1969, Bolivia y Perú firmaron el Convenio para la Conservación de la Vicuña, al que luego adhirieron Chile, Argentina y Ecuador. Las medidas proteccionistas del Convenio y su prohibición de comercializar lanas, pelos, pieles y manufacturas de éstos se vieron reforzadas por la aplicación de la prohibición de la comercialización internacional de la fibra por la Convención de Trafico de Especies Silvestres (CITES) en 1975, y el Endangered Species Act (ESA), en Junio de 1970.

Tras una exitosa primera etapa de protección absoluta, se involucró a las comunidades locales en los programas nacionales de conservación y manejo de la especie. En 1979 se firmó el Convenio para la Conservación y Manejo de la Vicuña, donde se promueve el aprovechamiento económico de la especie “en beneficio de los pobladores andinos” (Artículo 1, Convenio para la Conservación y Manejo de la Vicuña, 1979).

Población: El Convenio de la Vicuña estableció la necesidad de realizar censos periódicos para los cinco países. La regularidad de los censos y la metodología aplicada para llevarlos a cabo, varía de país en país, realizándose desde conteos totales por parcelas hasta muestreos de distancias.

Comparativamente con otras especies de fauna silvestre, la información sobre la población y distribución de vicuñas en América Latina forma una de las bases de datos más completas. Sin embargo, es importante recalcar que dada la disparidad de metodologías de estimación poblacional, y que en algunos casos se dispone de censos y en otros de estimaciones, los datos de los distintos países no son perfectamente comparables entre sí.

Las vicuñas fueron re-categorizadas en la Lista Roja en el año 2008 como “de Preocupación menor”: http://www.iucnredlist.org/details/22956/0

Ecología: La clasificación inicial del sistema de apareamiento de la subespecie norteña (V. v. mensalis) fue descripto como de “poliginia de defensa de recursos” con precisos límites de los territorios. Estudios en la subespecie austral (V.v. vicugna) mostraron movilidad de hembras y conductas de arreo por machos por lo que el sistema muestra notable plasticidad.
La unidad social primaria son los Grupos Familiares, Grupos de Machos, y Machos Territoriales solitarios. El tamaño medio de las familias es muy estable en comparaciones interpoblacionales y entre las dos subespecies (un macho, tres a cuatro hembras y dos crías). Mientras existen variaciones dependiendo de la densidad poblacional, distribución y abundancia del forraje, el sistema territorial tipico de la vicuña es el de Territorios de Alimentación ocupados y defendidos por un macho residente a lo largo de todo el año. El macho puede también defender un Territorio para dormir separado.

En las áreas de uso de los grupos familiares se encuentran varios revolcaderos y bosteaderos. Dependiendo del ambiente donde se encuentra el grupo familiar, éste puede presentar patrones de desplazamiento desde zonas de laderas donde duermen a zonas mas bajas de alimentación.

Los machos se reproducen sólo si tienen un Territorio de Alimentación. Estos territorios forman la base del sistema social de la vicuña, dónde se alimentan, se reproducen, y crian a sus juveniles. Cuándo los machos tienen 2-4 años de edad empiezan a abandonar el grupo familiar como machos solitarios en búsqueda de un sitio desocupado o poco defendido para establecer sus propios territorios. Las hembras jóvenes son por lo general los nuevos miembros de estos territorios recientemente establecidos, a pesar de que a veces, el macho puede abandonar este territorio y robar hembras de otro macho territorial. Los machos no-reproductivos forman Grupos de Machos socialmente y físicamente separados de los machos territoriales con grupos familiares. Las poblaciones de vicuña son sedentarias ; y no se han registrado hasta la fecha casos de poblaciones migratorias.

Las hembras pertenecientes a una familia, están generalmente cerca entre sí y su comportamiento principal es el pastoreo. Estas hembras tienen crías que requieren un año de gestación y ocho meses de amamantamiento, por lo que los costos de energía a los que están sometidas hacen que deban comer casi permanentemente. La única cría anual de las vicuñas nace durante el verano tardío y los nacimientos coinciden con la época de máxima productividad de la estepa. A los pocos días las hembras pueden copular nuevamente. Las crías nacen muy desarrolladas y dado que la estrategia para evitar la predación se basa en que son muy activas y caminan cerca de sus madres que las defiende se las clasifica como “seguidoras”. Los principales predadores son el puma (Puma concolor) y el zorro andino (Pseudalopex culpaeus), aunque cerca de los poblados los perros ocasionan la mayoría de las muertes.

Clasificación de CITES: La Convención CITES permite, para las poblaciones de vicuñas que se encuentran en al Apéndice II, el comercio internacional de fibra procedente de la esquila de vicuñas vivas, tela y productos manufacturados (artesanías de lujo y tejidas).

Modalidades de Manejo: Los países andinos desarrollaron distintas modalidades de uso de vicuñas de acuerdo a su organización social, idiosincrasia, sistemas de producción, sistema de tenencia de la tierra, recursos naturales y legislación. Las dos modalidades principales de uso de vicuñas son el cautiverio y el manejo en silvestría.

El manejo en cautiverio se refiere a la esquila de vicuñas que están permanentemente dentro de corrales cuya medida puede variar entre 12 y 1000 hectáreas. Este manejo puede comprender suplemento de pasturas y agua, control sanitario y castración de machos sub-adultos y en ocasiones se lleva a cabo fuera del hábitat natural de la vicuña. Dado que el manejo en cautiverio se basa en aislar pequeños grupos y restringir su movilidad tiene consecuencias genéticas y comportamentales importantes y no contribuye en forma directa a la conservación de la especie ni su hábitat.

El manejo en silvestría comprende la captura temporaria de individuos para su esquila por medio de chakus o rodeos. Dado que esta modalidad de manejo se basa en el mantenimiento de vicuñas en su ambiente natural, tiene la potencialidad de contribuir a la conservación del hábitat y de la especie, al mismo tiempo de fomentar actitudes positivas en los pobladores locales hacia la conservación del recurso.

Modalidad de manejo según país: Tanto Argentina como Chile manifestaron en la última reunión del Convenio de la Vicuña (La Paz, 2007), que dejaran de promover en forma institucional la crianza en cautiverio.

Amenazas actuales para la conservación:

Amenazas directas
a. Caza furtiva.
b. Degradación y fragmentación del hábitat .
c. Competencia con el ganado doméstico.
d. Instalación de corrales en gran escala.
e. Promoción de pacovicunia, (híbrido resultante de la cruza de alpacas y vicuñas) y comercialización de su fibra.


Amenazas indirectas
a. Debilidad institucional.
b. Falta de áreas protegidas efectivas.
c. Falta de suficiente legislación para regular usufructo y propiedad del recurso.
d. Falta de información sobre efectos de planes de manejo a nivel individual y poblacional.
e. Falta de suficientes incentivos para población local para la conservación de la especie.
f. Existencia de un importante mercado de fibra de origen ilegal.
g. Minería y proyectos de infraestructura de gran escala.